EL PAPA DEL “DESCONCIERTO”
Cuando Francisco salió al balcón del Vaticano, el trece de marzo de dos mil trece, y pidió que rezaran por él, y además lo dijo en español, imagino que varios millones de personas, como yo, nos sentimos interpelados directamente. Han pasado poco más de cuatro años y la palabra del Papa siempre es generosa. Conmueve. Al mismo tiempo que genera resistencia, también complace. Sus signos han sido muy poderosos. Aire fresco entró en la iglesia. Y también hay quienes desean cerrar todas las ventanas. En el libro “Francisco, palabra profética y misión”, de reciente circulación en Chile, el teólogo español José María Castillo destaca el “evangelio desconcertante” del Papa Francisco. Sostiene que su palabra y su acción generan un “notable desconcierto”, que con frecuencia, “se traduce en desconfianza, distanciamiento y, en no pocos casos, un fuerte rechazo”. Si en algo se distingue el Papa Francisco, comenta Castillo, es en su sencillez de vida, su cercanía a los más pobres, enfermos ...